En este blog se podra encontrar todo lo relacionado acerca de la vida que viven los jovenes en la calle, sitios no aptos para ellos en los cuales definitivamente no aprenden nada bueno y los lleva a causarce mucho daño a ellos mismos y a todos los que los rodean.



jueves, 15 de marzo de 2012

CASOS DE LA VIDA REAL!

ADOLESCENTES EN RIESGO

Violencia por nada: Qué hay detrás de las nuevas peleas juveniles

Son chicos de entre 14 y 20 años, buen nivel educativo y sin apuros económicos. Pero cuando salen a bailar pueden terminar matándose a golpes. La falta de límites, la sensación de impunidad y el exceso de alcohol, factores clave.
Ella tiene sólo 17 años, pero la astucia de un adulto típicamente argentino: "¿Ves?, tengo dos cédulas de mis amigas y tres registros de conducir, truchos, obvio. Con esto entro a cualquier boliche y nadie puede negarme bebidas alcohólicas". Son las 3.15 de la madrugada y la luna llena apuñala el Río de la Plata. Para ella y sus tres amigas de San Fernando y San Isidro recién empieza una noche que terminará cuando asome el día, quién sabe cómo.La muerte de Matías Bragagnolo luego de una pelea de chicos, hace una semana, las hace mirar un contexto de agresividad que perciben como natural: "Hay chicos que se entrenan toda la semana en el gimnasio para pelearse los sábados. La mayoría son tranquilos, pero a veces hay grupos que les gusta cagarse a piñas", dice Naty, una flaquita extravertida que ya cumplió los
18. "En el Club San Fernando, por ejemplo, los chicos del rugby siempre enfrentan a los skinheads. A veces está bueno: un día pudimos entrar a un boliche gracias al tumulto que se armó en la puerta, donde nos habían rebotado minutos antes".Más de 40 testimonios recogidos de madrugada por tres periodistas de Clarín, en boliches y bares de Costanera Norte, Recoleta, Los Arcos, Las Cañitas y Pilar, aceptaron que asoma un nuevo problema juvenil, la violencia sin motivos aparentes, casi incomprensible, incentivada por el consumo de alcohol, bebidas energizantes y drogas, y alentado por un esquema de diversión que parece concebido para que el descontrol no tenga responsables. Por supuesto, esto no ocurre todos los sábados ni describe a todos los chicos de mejores recursos. Pero la fortuna de que aún no sea un fenómeno masivo no disminuye la inquietud ante semejantes hechos."Cerca de un 80 por ciento de los jóvenes de entre 16 y 18 años resuelve sus conflictos a las trompadas. Muchos terminan con lesiones, y en algunos casos hasta con denuncias policiales. En la última década, la citación de padres a los colegios por enfrentamientos físicos de sus hijos aumentó un 60 por ciento", señala el psicoanalista Fernando Osorio, autor del libro "Violencia en las escuelas". Sin embargo, la profesora de Derecho Penal Juvenil de la UBA Mary Beloff subraya que "la criminalidad juvenil no está medida en la Argentina por métodos científicos serios, por lo que cualquier conclusión puede ser temeraria y se referirá, en todo caso, a percepciones".Estadísticas parciales ofrecen pistas para entender por qué se repiten los casos de violencia entre jóvenes que, en apariencia, no tienen justificaciones sociales (pobreza, falta de educación, desempleo paterno). Entre 2001 y 2003, el 3 por ciento de las causas penales instruidas en los juzgados porteños tuvieron como imputados a jóvenes menores de 18 años. De ellas, 48 por ciento pertenecía a hogares de bajos recursos y el 52 por ciento, a chicos de clase media y alta. A su vez, un relevamiento realizado el año pasado por la Facultad de Derecho de la UBA junto con UNESCO entre 1.800 profesionales de la educación, reveló que ocho de cada diez asumían no estar formados para manejar situaciones de violencia. Entre ellos, el 75 por ciento trabajaba en colegios privados que asisten a una población de clase media y alta.En la segunda valla de control de ingreso del boliche Mint, entre el Aeroparque y el río, jóvenes musculosos empujan y gritan para tratar de entrar gratis. No lo consiguen y empiezan a "meterse púa" entre sí:—El patovica dijo que no vas a entrar porque sos un negro de mierda. Si insistís, te va a sacar del forro del culo.—¿Cuál? ¿Cuál?, decime quién es que lo mato.—Te va a matar él a vos, enano.Repetirán escenas parecidas hasta las cuatro de la mañana. Los patovicas.
         JOVENES NO REPITAMOS ESTAS HISTORIAS REFLEXIONEMOS Y DIVIRTAMONOS SANAMENTE!

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